martes, 9 de julio de 2013

Simetrías mandálicas con texturas vegetales




El video, una proyección entre dos espejos sobre negro, está compuesto por una selección personal de fotografías registradas en Bolivia, Ecuador y Venezuela desde el 2007.  
Son 14 fotografías dispuestas en 28 composiciones basadas en las estructuras armónicas de los Mandalas. Cada una de estas composiciones desarrolla una mutación fractal a través de un movimiento cuya dirección nos da la sensación de seguir una ruta espiral, ciclica. Este movimiento reconstruye elementos de la geometría áurea, presentes en el crecimiento de las plantas y en casi todas las formas naturales. 







La distribución geométrica mandalica, es una estructura que se encuentra presente en casi todas las culturas, como los calendarios agrícolas y astrales de las culturas precolombinas, y a lo largo de la historia han formado parte de los simbolismos religiosos al rededor del mundo. Se los encuentra en la arquitectura de templos y espacios de culto de diversas religiones, como la Mandorla (almendra) del arte cristiano medieval, las chacanas del mundo andino, y en la mayoría de representaciones islámicas.




Es muy probable que la universalidad de las figuras mandálicas se deba al concepto de perfección basado en las formas concéntricas con patrones equidistantes, además de su forma circular, que entre sus tantas simbologías alude al eterno retorno del ciclo de la vida. 




La contemplación de estas estructuras lleva a la mente a un nivel de conciencia desde el cual es posible reestructurar el pensamiento. Según Carl Jüng, “los mandalas representan la totalidad de la mente, abarcando tanto el consciente como el inconsciente”. La armonía que transmiten estas estructuras simétricas, y sus correspondencias fractales, según el psicólogo suizo,  es capaz de curar la fragmentación psíquica y espiritual, por lo que se recomienda la creación cotidiana de estas figuras, como  es  la costumbre en ciertas culturas orientales.





El viaje gesta una búsqueda a través de las diversas texturas vegetales: colores y formas retratadas en el deambular libre por valles y montañas de nuestra América, templos sagrados andinos y exuberancia caribeña.  Y el viaje se convierte en retorno a sí mismo, a sus formas místicas, ocultas sin la precisa percepción, que se manifiesta como un regalo armónico a quien lo observe.
Tres plantas emblemáticas se marcan como puntos cardinales en el video, al inicio, en el centro y al final, y representan los tres destinos geográficos de donde procede este registro fotográfico:
La hoja de Coca, planta sagrada de la cultura andina, Bolivia; La Chuquirawa, la flor del viajero, Ecuador;  y el Araguaney, árbol nacional de Venezuela, que da nombre al Estado que acoge al Salón Nacional de Arte, donde fue expuesto por primera vez este video instalación en el 2011.







                              

Fuente: Wikipedia y http://comunidad-escolar.cnice.mec.es/796/experi.html

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